Desde la práctica e interacción diaria con docentes de educación superior, se evidencia que uno de los mayores retos es lograr que los docentes rompan ideas preconcebidas acerca de la funcionalidad y eficacia de los modelos educativos tradicionales. Es común encontrar docentes que desconocen de temas sobre inclusión y diversidad, cuya principal queja, o quizás justificación, es mencionar que al poseer grupos grandes de estudiantes, no es prudente dirigir sus esfuerzos a un sólo estudiante que requiere atención. Tal forma de pensar, evidencia que los docentes no poseen una visión amplia hacia la atención de la diversidad de todos sus estudiantes, ya demás no toman en cuenta esta condición al planificar, desde un inicio, sus propuestas. La experiencia nos demuestra que involucrar estudiantes con discapacidad y brindarles voz y visibilización frente a los docentes, permite un cambio paulatino de formas de pensar y actuar frente a cualquier diversidad.
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